Coherencia

Mi madre fue al cirujano plástico decidida a hacerse unos pequeños arreglos. Elimine por aquí estas arruguitas. Elimine poquita grasa por acá.
Eso pensaba decirle, pero se arrepintió al entrar al consultorio y ver 4 cuadros de Picasso.
Doctores: sentido común. Es como entrar en la sala del dentista y ver a Ronaldinho en una foto.
-Eso o una foto de un caballo-

Felicitaciones

Feliz cumpleaños a Diego.
Que vengan muchos más.

A380

Los fabricantes del Airbus A380 dijeron que el enorme avión les permitirá a las aerolíneas extraviar una cantidad de equipaje mayor que antes.

Ups

En realidad, como dice Diego, el enlace quedó mal. Se supone que diría matilick@hotmail.com pero no sé que pasó que no dice eso, sino otra cosa. Ahora sí. Queda corregido.
Para compensarlo -si sigue compensando así, mejor que no lo haga- les dejo una foto mía de aquellos años en los que pequeño me negaba a ser rubio y quería tener el pelo rojo -y quedaba morado-, como bien dijo Leo un día, nadie está conforme con lo que tiene.
(Y ahora que sí quiero tener mi pelo natural, se me está poniendo morado... no, no es cierto.)
Esta foto fue tomada en Suecia, pero díganme si no dan miedo los dos que están en la extrema derecha, arriba y abajo. A mí me aterrorizan.

Messenger VS la vida real. Parte 1

Yo no sé si a todos les pase, pero en mi caso, tengo varios amigos -sí, tengo amigos- que cuando hablamos por MSN Messenger -por cierto, ¿Quién se acuerda del ICQ?- es una cosa, pero cuando hablamos en vivo, es otra totalmente distinta.
Lo digo porque hay una mujer que en Messenger parece que siempre quiere hablar conmigo, pero cuando nos vemos en vivo apenas y me saluda.
Sirva esto, porque seguramente en vivo puedo ser -ligeramente- más divertido que por msn.

Es muy fácil

Es muy fácil decir que uno haría todo por sus seres queridos, pongamos en este caso a mis amigos. Lo que es terrible es hacer "algo" con mis amigos. Por ejemplo: ir con ellos al Cirque du Soleil, que para mí es la perfecta metáfora del infierno. Por eso y no por otra cosa -y esta es una confesión tremenda- es que me esfuerzo en portarme bien y en no hacerle perrerías cosas malas al prójimo.
Nada más de pensar que me muero y me toca ir con mis amigos a lugares con mucha gente el resto de la eternidad, siento pero bien horrible.
Toda esta reflexión la he hecho con la sana intención de provocar una movilización popular para que, en Guadalajara, quiten a la Minerva y en su lugar pongan un grupo escultórico que inmortalice en mármol (ni más, ni menos) a un héroe tapatío que se arriesga llevando a sus amigos gañanes a un lugar social.
No lo vuelvo a hacer.
(Hasta la próxima semana claro).

El colmo

El viernes fui a un bar de esos que no me gustan, pero por la desesperación y el cansancio -sí, eso de salir por cansancio no es coherente, pero qué se puede esperar del atemorizado Matías- decidí que era conveniente una pequeña escapada a un lugar en el que no me conociera nadie. Vamos que en algunos lo que pasa es que me conocen, aunque no sepan en realidad quien soy.
Y de pronto que la veo, acompañada de un tipo que supongo que la acompaña. Yo la verdad es que no puedo dejar de verla, pero como viene acompañada, no interfiero, pero no dejo de pensar en ella. De pronto, el tipo se aleja de su mesa y me acerco a ella para decirle unas palabras respetuosas.
Yo: Sé que vienes acompañada y no quiero inteferir, sólo quería decirte que eres una mujer muy bonita.
Ella: Gracias, por cierto, él no es mi pareja, es sólo un amigo, y estaba interesado en ti.
Yo: ¿Eh?

Ahora resulta que no sólo tengo mala suerte con las mujeres, pero que tengo buena suerte con los hombres, donde esta tendencia se mantenga, no sabré ya que hacer.

Nota al pie

Si los países que existen actualmente, todavía no funcionan, ¿Por qué siguen haciendo nuevos países?
Y ni hablar de sus gobernantes...

Estrellas

-Anoche mirando el cielo llegué a una conclusión: hay muchas más estrellas de las que se necesitan.
-¿De las que se necesitan para qué?
-...

Recuerdos

Mi primera mujer se llamaba por fin.
Joaquín Sabina

Memoria

Los caballeros no tienen memoria.
Pero nunca olvidan un buen perfume.

(del comercial de El Palacio de Hierro)

Donas

Martes en la noche: Matías se arma de valor y va a tomar un café -a un lugar que no sea Starbucks porque ya me cansé de divertirlos, cada vez que me van a dejar, estoy en el mismo lugar, y no pagan regalías- con una mujer que según le han dicho, es la de sus sueños.
Ahí nace mi primera duda: ¿Cómo pueden saber los demás cómo es la mujer de mis sueños? Pero bueno, cedo y voy, total, no tengo nada -más- que perder. Empezamos la plática con lo de siempre: ¿qué te gusta hacer? ¿viajar? a mí también, sí claro, ese lugar es bueno. Y de pronto, llegamos a una parte crítica:

Ella: Mira, deja te aclaro algo de una vez, para mí quien dice que perdona es un hipócrita, y no soporto a los hipócritas. Y además, no olvidamos, nunca olvidamos. Pero eso no es todo, el arrepentimiento es un sentimiento de cobardes que ni siquiera se atreven a aceptar sus propios deseos. Esto para que lo sepas, no sea que más adelante tenga que recordartelo, es que soy muy liberal.
Yo: Yo sólo tengo una duda, ¿Cómo es que una dona que está hecha de harina, azúcar moreno, azúcar glas, chocolate y otras cosas puede ser light?

O sea, planea engañarme, ¿cierto?

Mi abuela

Mi abuela se voló la barda. Pidió a mi madre que la llevara a casa de la hija de una amiga de ella, que iba a celebrar su baby showe. Mi madre, sin negarse, le preguntó donde era y partieron rumbo a la cita, al acercarse a la calle, encontraron una casa que tenía globos rosas y azules, por lo que mi abuela dijo: "aquí es".
Mi madre, que no acostumbra verificar la información, dudó porque no era el número de la invitación, y tampoco era la calle, pero mi abuela preguntó:
-¿Es aquí la fiesta de Martha, la hija de Marhta?
-Sí.
Así que sin más, mi abuela entró a la fiesta y se despidió de mi madre.
Por la noche, cuando mi madre llamó a mi abuela para saber como había ido la fiesta de la hija de su amiga, mi abuela tuvo una respuesta poco usual.
-No sé, me equivoqué de fiesta, pero estaba tan divertida que me quedé ahí, además, era despedida de soltera...

Y luego se preguntan: ¿Matías, por qué saliste así?

Mérito propio

Ya repuesto del golpe que ha sido mi más reciente fracaso en el ambiguo mundo del amor, me he puesto a leer unos libros que tenía dentro de la sección de mis favoritos, y me encontré con una frase que me gusta no sé si por chistosa, por irónica, por falsa o por verdadera. Pero creo que viéndola desde una perspectiva humorística, hace pasar un buen rato.

En mí sí es mérito amar a las mujeres, porque yo las conozco