Contrario
A veces es mejor no ser entendido, que ser entendido.
Matías: (sustantivo, masculino) Caprichoso, extravagante, rocambolesco. Que es casi irreal y destaca por sus cualidades extraordinarias.
Un hombre fue a consultar un abogado para que le ayudara a redactar su testamento.
Esto es un caso de la vida real: hoy fui al circo. Tenía más de diez años de no ir a uno, y valió la pena. Pero como siempre, no por el espectáculo, sino por el público. Delante de nosotros estaba una pareja que me brindó minutos de diversión con el siguiente diálogo.
Después de pasar varias veces por el mismo pasillo y decirle "ya ponte a trabajar" al ver que no hacía nada en su escritorio, me responde:
Voy a la tienda, tomo una Coca Cola del refrigerador y voy a pagar a la caja. Pago, y al irme, la cajera comenta con su compañero, cuando creía que no la escuchaba:
A los que les importa, no importan. Y a los que importan, no les importa.
A la mitad de la película yo ya no soportaba la situación. Las señoras que estaban atrás de mí en la sala de cine, no habían parado de hablar toda la película. Con la educación que me caracteriza, y de manera diplomática, quise hacerles saber que su plática me impedía disfrutar de la película, pero algo hice mal:
La estupidez es infinitamente más fascinante que la inteligencia. La
inteligencia tiene sus límites; la estupidez no.
En las bodas, mis tías solían acercarse a un primo mío, le daban golpecitos juguetones en las costillas y sonriendo le decían: "Sobrino querido, tú eres el que sigue".
¿Por qué apretamos con más fuerza los botones del control remoto de la televisión cuando están bajas las pilas?
El médico le dice a Matías antes de la cirugía: