Matías: (sustantivo, masculino) Caprichoso, extravagante, rocambolesco. Que es casi irreal y destaca por sus cualidades extraordinarias.

miércoles, junio 29, 2005

El ataque de los idiotas

La cita era a determinada hora en punto, yo como siempre llegué a tiempo. Ellos como siempre llegaron tarde. Yo como siempre los esperé, ellos como siempre no ofrecieron una disculpa o una explicación. Yo como siempre, fui cortés, amable y educado. Ellos como antes, fueron déspotas, exigentes e intransigentes. Lo bueno es que no lo saben, pero yo soy quien decide porque soy yo quien pago. Si no pueden respetar a alguien que no saben que es su jefe, menos respetarán a su jefe y por lo tanto, no podrán respetar a nadie. En la tarde recibieron su finiquito, esa conducta no va conmigo ni con mi empresa. Están despedidos.

Mala suerte y mala mente

Mi mala suerte en el amor no tiene límites, y su origen se ha perdido en mi memoria. Si en un lugar hay 20 mujeres y 19 hombres, es más probable que se formen grupos de tres, o que una mujer regrese sola a casa, a que termine enredándose conmigo. Esta realidad se ha ido metiendo en mi inconciente, porque esta noche en mis sueños, estábamos en un lugar donde cada quien podría obtener a la mujer que quisiera, menos yo. No pude conseguirme una mujer ni en sueños, ahí estaba yo, sentado, viendo a todos esperando mi turno, quizá desperté antes...

martes, junio 28, 2005

Diferencias

Yo: Voy a escribir un blog y espero que mucha gente quiera leerlo.
Ella: ¿Vas a poner una foto de Paris Hilton besando a una mujer desnuda?
Yo: Aunque dudes de la calidad de lo que escribo, no necesito poner una foto así
Ella: No quise ofenderte
Yo: No te des tanta importancia, estúpida (esta última palabra la pensé)

Ella es una mujer estúpida, demasiado estúpida, con la que tengo que ver por culpa de terceros, no depende de mí dejar de verla. Pero no tiene razón. ¿Verdad? No necesito poner una foto de Paris... ¿O sí?

Vámonos despacio

La pregunta de mi padre decía más o menos así (puede que en realidad cambie un poco, pero es probable que no, al final eso no importa). ¿Qué harás mañana, cuáles son tus planes? A simple vista parece una pregunta inocente, pero no es así, no mis amigos, no se dejen engañar por el maestro de la destrucción de planes. Esa pregunta, se debe analizar por partes.
La primera dice: "¿qué harás mañana?" que que realidad quiere decir: ¿Qué 'pensabas' hacer mañana? Y la segunda dice: ¿cuáles son tus planes? que se traduce como: ¿Cuáles ERAN tus planes que ya no harás?
Sí, me lo pregunta para decirme que quiere que haga cualquier cantidad de cosas que, como coincidencia, no digo que sea con mala intención, tienen que realizarse a la misma hora que pensaba yo hacer mis cosas. Es especialista, de verdad. Estoy convencido, proceso que se adquiere con el paso de los años, de que sólo él es capaz de hacerlo así. Yo tenía que pagar unas cosas que encargué, y no pude hacerlo. Tenía que recoger otras, tampoco pude hacerlo. Ni se diga cuestiones un poco más importantes como ir a jugar con mis amigos un poco de futbol. Eso quedó definitivamente fuera, y de los videojuegos mejor ni hablamos. Pero en cambio, tuve que esperar a que llegara un señor que le entregaría un paquete, que al menos llegó. Porque también tuve que esperar al individuo que arreglaría el teléfono, que lleva una semana descompuesto, pero ese no llegó. O no quiso llegar, no sé que pasó pero en mi puerta nunca tocó, y lógicamente, mi teléfono sigue descompuesto. Aún más lógico, seré yo quien carga la responsabilidad.
Todo este cambio de planes, consiguió además lo mejor del día: dejarme sin comer y sin dinero. De verdad, en momentos como este, en que además el calor es insoportable, al menos en esta ciudad, me dan ganas de tomar una pistola (de agua) y darme un tiro (y refrescarme). No puedo más, iré a la cocina por unas refrescantes galletas de chocolate.

Ya llegué

Sí, ya llegué. Y pronto comenzaré a postear. No se asusten.