Matías: (sustantivo, masculino) Caprichoso, extravagante, rocambolesco. Que es casi irreal y destaca por sus cualidades extraordinarias.

martes, diciembre 06, 2005

Detallitos

Esta historia no es mía, pero es digna de ser contada, y se la debo a Diego, quien me la contó el día de hoy y dio su autorización para colgarla aquí.

Dice así:
Mi madre desde hace dos semanas comenzó a sentir cierto dolor en el pie, y pensó de inmediato que se debería a algún problema por presión de un nervio, por lo que de inmediato llamó al doctor para hacer una cita. Mi madre imaginaba que una infiltración en el nervio aliviaría el dolor, el doctor -por teléfono todo- pensaba en una posible cirugía. Al final, le recetó una pastilla y sugirió esperar dos semanas a ver como evolucionaba. Pero el dolor se mantuvo, siempre al caminar, y pasaron unos días.
Un día mi madre fue a que le hicieran la pedicura, y al comentar con la chica el problema anterior, se presentó el sigueinte diálogo:

Mamá: Tengo una pequeña molestia en la planta del pie y creo que por caminar diferente, se ha formado algo ahí, ¿Puedes revisarlo?
Pedicurista: Sí claro, ah, ¿Aquí verdad? -al tiempo que revisaba-
Mamá: Sí, aaay, ahí.
Pedicurista: Señora, lo que usted tiene es un vidrio enterrado...

Y mi mamá pensando ya en cirugías, eso pasa por caminar descalzo...

Gracias Diego por la historia.
Gracias a todos por sus comentarios, no he tenido tiempo de pasar por sus blogs porque he estado un poco desconectado, pero estos días me pongo al corriente.

10 Comentarios:

Blogger Dnizaza dijo...

te acuerdas de la pelicula de Patch Adams???
y la eterna pregunta de cuantos dedos ves??
me hiciste recordar eso...tu con publicarlo y Diego con su historia.....

un beso al desconectado!jeje

1:18 a.m.

 
Blogger Raúl dijo...

A una prima mía le pasó exactamente lo mismo, pero se demoró en acudir al médico, y eso se puso muy feo... Pero al final se mejoró... Es que parece que un vidrio allí es cosa muy dolorosa. Yo, que no he tenido vidrios encarnados, pero que tuve un "clavo" especie de callo puntudo en el pie, casi me enloquezco. Me tardé un año en curarme, y aún a veces, me duele.

Saludos hermano, y buena suerte,

10:14 a.m.

 
Blogger Paola dijo...

Auch!! no se como pudo aguantarse tanto tiempo con el dolor sin revisarse que era lo que tenia...
Tendre mas cuidado cuando ande descalza..

Besitos

10:36 a.m.

 
Anonymous Anónimo dijo...

Ouuchh!!! yo me encaje un clavo, y no podía caminar bien, que feo tener un vidrio en el pie. Esperemos que pronto estes por aquí y que lo que estes haciendo salga bien

un abrazo

11:19 a.m.

 
Anonymous Anónimo dijo...

Me parece de lo más difícil pisar un vidrio o encajarte cualquier cosa y no darte cuenta en el instante. Y más aún, dejar que pasen tantos días y seguir sin saberlo. ¡Sólo hay que mirar donde te duele y buscar porqué te duele!

9:11 a.m.

 
Anonymous Anónimo dijo...

Mi madre. Tenía que aportar algo para tu blog de anécdotas, de hecho ella debería hacer el suyo... jajajaja...

2:05 p.m.

 
Blogger Moni dijo...

Ouch!... eso si debió doler, cómo no fué antes? bueno a veces soy igual... ni para qué criticar, ji ji
Y claro que puedes utilizar la sección de "lo bueno, lo malo y lo peor"... con todo gusto =)
Te dejo abrazos y besos...

5:38 p.m.

 
Blogger marcemars dijo...

jajaja yo por eso no voy con los doctores... terminas peor de lo que llegaste...

Saludos invernales, abrazos polares y besos fríos desde mi rancho.

DTB

9:49 p.m.

 
Anonymous Anónimo dijo...

Si es que las madres tienen ese punto de anecdotario que de verdad...se disfruta!
Bikos y buen fin de semana ;)

10:30 p.m.

 
Anonymous Anónimo dijo...

Jaja, no se si la madre de Diego estará muy contenta si se entera que andais contando sus anécdotas.
Un abrazo

2:18 p.m.

 

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