Carta a un hermano (segunda)
Alan:
A nuestra familia, le tocó pasar por la situación más difícil que me imagino. Al día siguiente de morir Iván, te fuiste tú. El mismo accidente, pero parecía que contigo había más esperanza. Y desde ese día, te extraño. Yo nunca había visto a nadie morir, y me tocó estar contigo. Sólo tenías 10 años, eras, eres, el menor de los tres. Sólo que desde ese día, no tengo a nadie a quien cuidar, no tengo compañero de habitación, ya no tuve con quien compartir mis juguetes, perdió sentido el Nintendo. Desde ese día nunca más jugué beisbol, en realidad nunca fue mi deporte favorito, pero era el tuyo y por eso me interesaba. Decías que era el mejor trabajo del mundo, el mejor pagado, y es que se acercaba la serie mundial. Desde hace años que tu equipo, los Twins, no son campeones.
Nos haces tanta falta, y hablo en nombre de todos. Mi abuela, igual que con Iván, lloró tu partida desde ese día, jamás pudo recuperar la sonrisa, y eso fue difícil para todos. Nuestra madre, te extaña y te recuerda cada día. Mi padre, más reservado con todos menos contigo, lloró en silencio durante meses. Y yo aún de vez en cuando me pierdo en el recuerdo y la tristeza. Tuvimos que mudarnos de casa, su presencia era impresionante, y yo me negué a que sacaran tus cosas de nuestra recámara. Y me quedé con tu bat y tus tarjetas.
Te extraño tanto Alan. Que al mirar todos los días esa foto en que estamos los tres abrazados, me impulsa como ya dije ayer, a seguir adelante. Vas conmigo en todo lo que hago. Vas conmigo en todo momento, en mi recuerdo, y sobre todas las cosas, en el corazón
Ya ves ahora, como decías tú, me entraron basuras a los ojos.
5 Comentarios:
Si me emocionó la primera carta, esta segunda todavía más. La vida nos da algunas veces unos golpes terribles que sólo podemos superar como tú lo estás haciendo, llevando a tus hermanos en el corazón y no olvidándoles nunca. Un abrazo Matías, te deseo mucha suerte y mucha fortaleza.
4:46 p.m.
Un abrazo de nuevo, sabes que no te dejaron solo.
9:04 p.m.
Ya me entro una basurita al ojo, dos cartas muy profundas.
Un abrazo
9:51 p.m.
Santo cielo, yo creí que habías perdido sólo a un hermano, lo cual es mucho para mi gusto, pero ahora resulta que fueron dos... que duro! Pobre de ustedes! Pobre de tu madre, no puedo (ni quiero) imaginarme lo que sintió y sigue sintiendo... Pero a pesar de tanta tragedia hay que saber salir adelante, y tu has demostrado, en lo poco que te he conocido, que lo has hecho muy bien. Un abrazo!
8:50 a.m.
Hay perdidas irreparables...yo solo puedo decirte que te mando un abrazo fortisimo. :)
8:48 p.m.
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